– ¿Se está revalidando el género de la telenovela, durante muchos años tan vapuleado?
– Es un género, no es “clin caja”, no es algo automático. Hubo una época en que no se trabajó en el género, hubo carencia de autores, se repetían las fórmulas que funcionaban y ahí dejó de ser interesante.

– ¿Y cómo ves el presente?
– Hay que tener en claro que la estructura de la telenovela es una expresión popular. La verdad es que está teniendo otro lugar, es una industria que como tal tiene que ser mejorada y el caso de la brasileña “El clon” es un ejemplo.

– De todos modos se lo sigue tomando como un género menor…
– Había y hay mucha gente que consumía telenovela pero dice que no la ve. Es un género que toca conflictos convencionales, es funcional, conmueve a todos cuando está bien hecha. Aunque siempre la realidad supera la ficción: el más amoroso en la tele siempre será menos romántico que el que haya en la vida real.