Aún no pueden creer lo que les pasó. Dicen que en las noches les cuesta conciliar el sueño porque piensan en todo lo que perdieron durante el incendio que consumió su casa. Sin embargo, sienten alivio porque toda su familia está a salvo y porque poco a poco, gracias a la ayuda de muchas personas, están comenzando a retomar su vida. Eso dijo Alfredo Molina, el hombre que es papá de 3 chicos, que hace changas y que ayer estuvo junto a otros familiares desarmando lo que quedó del rancho en el que vivían. Es que ahí levantarán una habitación de 4 por 4 metros para vivir. El incendio que afectó a la familia Molina, de Albardón, ocurrió el viernes pasado.
El olor a quemado aún se percibe al caminar entre los escombros y las pocas paredes que quedaron de pie. Algunos palos tiznados, los restos de la heladera y la cocina calcinada, son parte de una postal que muestra lo grande que fue el incendio. Sin embargo, y a pesar del dolor que sienten por tener que empezar otra vez de cero, los Molina están esperanzados y totalmente agradecidos de la ayuda que están recibiendo.
Alfredo contó que perdieron todo y que no para ni un segundo de pensar cómo hacer para volver a estar tranquilo. "Ni los DNI de los niños nos quedaron, pero lo bueno es que hoy pudieron ir a la escuela con lo que la gente nos donó", dijo el hombre y comentó que desde el viernes están viviendo en una habitación que les prestó un sobrino, en el mismo terreno donde ellos tenían su casita. "Este terreno es de mi hermana, que tiene su casa adelante. Atrás estábamos nosotros y mi sobrino en su habitación, que está separada. Nuestro ranchito quedó todo quemado y por eso estamos durmiendo en esta pieza", dijo y contó que la Municipalidad de Albardón los ayudó con ladrillos cerámicos, arena y ripio. "Igualmente eso nos alcanza para hacer una habitación pequeña, que nos viene muy bien, pero estamos viendo cómo hacer algo más grande, porque somos cinco", agregó el hombre, que es el único sostén de la familia, pues su esposa está bajo tratamiento médico y no puede trabajar.
Mientras calentaba una pava de agua para hacerle el té al más chico de sus hijos, en una cocina improvisada con un tacho y leña, Yohana Cuello, esposa de Alfredo, comentó que les donaron 3 camas con colchones y que ahí están durmiendo todos. Y se mostró muy agradecida por la ayuda que recibieron de muchos sanjuaninos. Es que, a través de las redes sociales, hubo varias campañas solidarias para ayudar a esta familia albardonera. Tan es así que ayer los Molina tenían colchones, frazadas, ropa, calzado, útiles escolares, mercadería y hasta una mesa y sillas que algunos sanjuaninos les fueron regalando. "Ángel, el niño más chico, duerme con nosotros en la cama grande y mis otros dos hijos, de 6 y 11 años, en las más chicas. Estamos muy agradecidos, porque para los chicos ya tenemos hasta los cuadernos y los guardapolvos para la escuela, pero aún nos queda tener nuestra casa otra vez", concluyó la mujer.
* Para ayudar
Alfredo hace changas para poder mantener a su familia. Dijo que si bien ya recibieron mucha ayuda, están pidiendo a la comunidad donaciones de materiales de construcción, pues ya tienen mercadería y ropa. Los interesados en ayudar pueden llamar al 264551487.