Compañeros. Daniel Fernández y Franco, su hijo de 5 años, atravesaron juntos la primera etapa del tratamiento médico tanto en Mendoza como en Buenos Aires.

 

Febrero de 2017 marcó un antes y un después en la vida del matrimonio de Daniel Fernández, de 30 años, y Carla Romeu, de 27. A partir de entonces, este joven matrimonio de Santa Lucía, comenzó a transitar una odisea dolorosa con un presente muy preocupante y con un futuro más que incierto. Atrás dejaron la vida en familia para separarse en busca de salvar la vida de sus hijos. Son los padres de Franco, de 5 años, Joaquín de 2 y de Ema de apenas 3 meses, todos víctimas de enfermedades raras y graves que los obliga a estar más tiempo internados que conviviendo juntos. Debido a esto, tuvieron que comenzar a hacer terapia para rearmar el grupo familiar y aprender nuevamente a convivir.

Todo comenzó hace casi 7 meses. Franco empezó a manifestar algunas conductas que desconcertó a sus padres. Bebía entre 7 y 11 litros de agua por día, orinaba unas 50 veces a diario y en ocasiones abría extremadamente sus ojos, porque decía que no veía. Todo se agravó cuando el pequeño comenzó a orinarse por no poder contener la necesidad y llegar a tiempo al sanitario. Paralelamente comenzaron a proliferar unas machas extrañas en su piel. Fue entonces que sus padres decidieron buscar ayuda. "Lo llevamos al pediatra que nos dijo que por los síntomas podría tratarse de un tipo de diabetes. Le recetó varios estudios cuyos resultados tardarían 10 días. Mientras tanto Franco seguía peor. Ya ni dormía, se quedaba sentado en la cama para salir corriendo al baño y no hacerse pis encima. Con mi esposa decidimos llevarlo al hospital Nota en Mendoza", dijo Daniel.

Ahí comenzó la separación de la familia. Daniel viajó solo con Franco a la provincia vecina, ya que Carla estaba atravesando los últimos días de un embarazo de alto riesgo por lo que no podía hacer grandes esfuerzos. Además, tenía que cuidar a Joaquín que ya había comenzado a manifestar cuadros de broncoespasmos muy seguidos y sin causa aparente.

Tras 21 días internado en Mendoza, a Franco le diagnosticaron un tipo de diabetes que le afectó la hormona que retiene los líquidos renales por lo que deberá seguir un tratamiento de por vida. Carla recibió esta noticia por teléfono y en medio de la angustia de tener a Joaquín internado con neumonía y al cuidado de sus abuelas, ya que ella no podía moverse de la cama por el embarazo.

Finalmente nació Ema, pero la alegría y felicidad que generó su nacimiento duró poco. La condición de Franco empeoró. Comenzó a llenarse de manchas y a experimentar un fuerte dolor de huesos que no lo dejaba caminar. En medio de esta angustia, Daniel volvió a armar las valijas, esta vez para llevarlo a Buenos Aires en búsqueda de un nuevo diagnóstico y pronóstico. Nuevamente viajaron los dos solos, porque Ema estaba internada en Terapia Intensiva también por un cuadro de broncoespasmo. "Fue muy doloroso volver a separarnos y saber que los 3 niños estaban enfermos, creo que sólo la fe en Dios y el apoyo de familiares y amigos nos han dado la fuerza para seguir. En el Hospital Italiano nos dijeron que Franco tiene una tipo de cáncer que afecta a 1 de 200.000 personas. Comenzó con la quimioterapia, pero contenido por toda la familia. Por ahora está en tratamiento ambulatorio", dijo el papá.

Joaquín y Ema llevaban varios días bien de salud y Carla no dudó en trasladarse con ellos a Buenos Aires para volver a reunirse con Daniel y Franco. El reencuentro fue entre lágrimas de dolor y de alegría y marcó un nuevo comienzo, aunque igual de angustiante que el pasado inmediato y con una nueva preocupación. La familia pasó tanto tiempo separada que a los niños les costó la convivencia y tuvo que recurrir a una ayuda terapéutica. "Buscamos a un psicólogo para recuperar la relación en familia. Lo bueno es que estamos nuevamente juntos, aunque a veces por pocos días", dijo Daniel.

El lunes pasado nuevamente la familia se separó. Ema fue internada una vez más en Terapia Intensiva, en el Hospital Italiano, por problemas respiratorios. Los médicos aún no logran determinar qué tipo de enfermedad la afecta a ella como a Joaquín.

 

Algunos detalles

Tratamiento

Para controlar el cáncer, Franco Fernández, de 5 años, recibe quimioterapia cada 21 días. Luego de esto, un tratamiento a base de corticoides durante 5 días. Además, todos los días debe tomar la hormona que permite la retención de líquidos en los riñones. No está internado.

Pronóstico

Franco ingresó en la fase de mantenimiento del tratamiento oncológico que se prolongará por 10 meses como mínimo. La familia se quedará en Buenos Aires durante todo este tiempo para estar unida. Para ello seguirán alquilando un departamento.

Diagnóstico

Mientras tanto Ema y Joaquín Fernández están siendo evaluados por los médicos del Hospital Italiano para determinar con exactitud qué enfermedad respiratoria los afecta y que convierte un simple resfrío en bronquiolitis o neumonía. Por ahora están descartando dolencias.

Recursos

Daniel Fernández trabaja en una empresa láctea que le dio permiso con goce de sueldo durante su estadía en Buenos Aires. Dijo que gasta $1.000 diarios en traslados, comida especial para los chicos y medicamentos. Agregó que recibe ayuda de amigos, familiares y conocidos.