Para armar una exposición tan compleja, se recurrió a la investigación biográfica, la recopilación de documentos y la restauración de algunas piezas que evidenciaban serios deterioros. La artista plástica Silvina Martínez y el profesor Eduardo Peñafort fueron los curadores que estuvieron al frente en el montaje de las pinturas. Una gran parte de las obras estuvieron en el depósito del museo por años y a partir de hoy podrán verse públicamente por primera vez. Hubo otros aportes de las familias de artistas como Tornambé y de otras colecciones privadas para colaborar con la muestra.