Desde que fue indultado a fines del 2002, el ex coronel Mohamed Alí Seineldín trabajó como asesor y supervisor de la empresa de seguridad y vigilancia Fidei (“de fe”, en latín), que presidía su ex custodio, Andrés Peralta. También fue colaborador de un pequeño empresario agrícola en la provincia de Catamarca.

Por aquel entonces, Seineldín hizo una denuncia en una comisaría de Santiago del Estero por un robo ocurrido en un campo que vigila su empresa.

Alejado de la vida política, Seineldín colaboraba con la Fundación Cuerpo y Alma, una entidad sin fines de lucro creada en 2006 que se dedicaba a realizar trabajos de atención primaria de la salud en pacientes de bajos recursos del interior del país, en la que participan voluntarios médicos y no médicos, informó un amigo del ex militar.