El Camping Municipal de Rivadavia también sufrió daños por el viento y trabajan para que esta misma semana pueda retomar su actividad normal. Es que la intensidad del Zonda derribó árboles, casi todos de gran porte, que al caer arrasaron con farolas, cableados, mesas y hasta con un parrillero.

Una cuadrilla de obreros municipales trabajaba ayer contra reloj para sacar las últimas ramas y trozar los restos de los árboles caídos. Como se trata de ejemplares añosos y de considerables dimensiones, al cierre de esta edición llevaban cargados seis camiones, repletos de ramas y troncos.

Por el último temporal de viento Zonda, en el camping cayeron once eucaliptus en diferentes sectores, informaron las autoridades. La destrucción que generaron los árboles al caer alcanzó a seis farolas, tres mesas de hormigón y un parrillero. También afectó el cableado interno del complejo, que ya había sido recuperado.