El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, fue uno de los más demostrativos en el dolor para una despedida hace días impensada. El funcionario caminó al lado del cortejo fúnebre con lágrimas en los ojos y coreando con la multitud “Néstor no se murió”. Tomada acompañó junto a la multitud el cortejo fúnebre que recorrió en su primer tramo la avenida Leandro N. Alem. El cortejo pasó frente a la sede del ministerio de Trabajo, ubicado sobre la avenida Leandro N. Alem al 600, donde la mayoría de los trabajadores de esa cartera bajó de sus oficinas a la calle para saludar el paso del ex mandatario. La viceministra Noemí Rial; el secretario de Empleo, Enrique Deibe y el subsecretario de Políticas de Empleo y Formación, Matías Barroetaveña, participaron del homenaje en las puertas del Ministerio. Fue uno de los momentos más emotivos de la despedida en Buenos Aires.
