No importó que fuera sábado y temprano. A las 7, aún a oscuras y frotándose las manos para entrar en calor, padres, alumnos, docentes y empleados de la firma Loma Negra y de la Municipalidad de Rivadavia tomaron sus rodillos y pinceles. Y con la sola motivación del amor por lo que sienten como suyo, ayer comenzaron a trabajar en conjunto para pintar ocho aulas de la escuela Juan José Castelli, de La Bebida.
Todo se gestó por un programa de voluntariado que tiene la empresa Loma Negra, que incluye ayuda a instituciones de la zona. Desde la municipalidad señalaron que la escuela Castelli tenía ocho aulas, las del sector más viejo del edificio, en condiciones muy malas de pintura, y ambas partes marcharon al lugar.
Hubo luego una reunión con los docentes, los padres y los alumnos de la escuela, invitaron a estudiantes de la Universidad Católica de Cuyo, y ahí se terminó de gestar la gran movida que terminó ayer con una cara totalmente renovada para la escuela, con colaboradores cansados y llenos de pintura, pero felices. La Juan José Castelli está ubicada por Avenida Ignacio de la Roza y tiene dos turnos, a los que asisten 800 alumnos de nivel primario.
Ayer, mientras unos pintaban las paredes, otros se ocupaban del techo y del pizarrón. Un grupo, rejilla metálica en mano, refregaba mesas y sillas, mientras que personal del Obrador municipal limpiaba un terreno baldío lateral.
A mitad de la mañana hubo un parate para desayunar, con mate cocido, chocolate y, como para ratificar que todo era en conjunto, las semitas fueron aportadas por la gente del plan Manos a la Obra.
"Es un placer poder ayudar a un colegio, pero más aún generar esta unión en la comunidad", dijo Fabrizio Facchinetti, de Loma Negra.

