an Juan, 7 de mayo.- José Luis Ortiz ya no sabe qué hacer ni a quién recurrir. Su hija Vanesa, de 25 años de edad, tiene una discapacidad total que le impide realizar cualquier tipo de actividad. No puede caminar, ni hablar, ni expresarse. “Es como un bebé. Toma la leche cada 3 horas y solamente come papilla. A la única persona que reconoce es a la madre, que es quien la cuida todo el tiempo”, señaló a DIARIO DE CUYO ONLINE.

La familia pasa por un mal momento económico y no puede adquirir un elemento sumamente importante para las necesidades básicas de la joven. “Necesitamos una silla de ruedas adaptada. La que tenemos, que es prestada y debemos devolver, no nos sirve porque ahora que Vanesa es grande se viene para adelante y es un riesgo”, agregó José Luis a quien hace unas semanas le detectaron un cáncer en la garganta.

El matrimonio Ortiz recorrió medio país intentando encontrar los motivos por los que la mayor de sus cuatro hijos nació con esa condición, sobre todo tratando de buscar soluciones para mejorar la calidad de vida de la chica. “Hemos viajado a Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, pero nunca obtuvimos una respuesta concreta de ningún médico. Mi esposa no tuvo problemas en el embarazo, no sabemos qué pasó”, relató José Luis.

Por el momento, los únicos ingresos monetarios que posee la familia son el sueldo del padre, que es empleado público, y el dinero que entra gracias a un pequeño almacén que colocaron en su vivienda de Santa Lucía.

Por eso, es de suma importancia que cualquier persona que pueda colaborar con una silla de rueda adaptada, en condición de préstamo o donación, se comunique al 155309370 o al 155261557. La solidaridad es, por el momento, la única vía que puede mejorarles la dura situación por la que atraviesan.