Será difícil convalidar razones institucionales, por más lógicas que sean, para explicar una decisión de evidente tono político. Es verdad que la crisis es un fantasma inclasificable hacia el futuro y también es verdad que sería una gran contribución la de una campaña corta e inmediata para atender el fenómeno sin interferencias. Sin embargo, en la resolución de Cristina Kirchner hay mucho menos de eso que ganas de cantarle el vale cuatro al retruco de Macri cuando hizo su jugada de anticipación.

Más que la crisis, la especulación oficial que impulsó la medida fue la de combinar una serie de factores: agarrar mal parada a la oposición, acelerar los tiempos para evitar desgaste y mandar a segundo plano el irresuelto conflicto con el campo.

Un cálculo de perjudicados y beneficiarios de la jugada surge claro del análisis sobre cómo está armado cada uno. En el oficialismo, la nueva velocidad de la campaña obligará a mostrar las cartas antes de tiempo. Se hablaba de que recién en agosto se revelaría si Kirchner será candidato en Buenos Aires, pero eso ahora es algo de los próximos días porque debe renunciar un senador para llamar a elección por ese cargo. También surgirá cómo quedará el gabinete para el segundo tramo del mandato: la lista bonaerense tiene anotados a Kirchner, Daniel Scioli, Ocaña y Massa todos juntos, de donde surgen dos asientos vacíos a ocupar.

En la oposición nacional, la velocidad será una incomodidad. Si se consuma el regreso de Cobos a la UCR deberá ser rápido para poder luego armar listas conjuntas y agregando a la gente de Carrió. Y Macri deberá acelerar el acuerdo entre sus dos socios bonaerenses, De Narváez y Solá, ambos candidatos a primer diputado y en plena pulseada por ese lugar. Los dos deberán votar por el adelantamiento, porque son diputados. Para Macri, el costo será el de no poder concentrarse en una elección exclusiva del distrito.

En San Juan también hay muchos significados con este súbito apresuramiento para sufragar. Gioja fue el primer gobernador en apoyar la medida e incluso fue citado por canales de noticias como virtual vocero oficial. Le cayó bien a pesar de que le queda poco margen para jugar con los nombres de su lista, que es su especialidad, y la presencia o no en ella del Bloquismo, que ya tiene decidida a favor según le comunicó esta semana a Polo Bravo.

Al final, hizo la Gran Gioja: En la última elección a gobernador (2007), Santa Lucía, Calingasta, Jáchal y Valle Fértil adelantaron las elecciones y Gioja decidió hacer lo mismo con toda la provincia.

Sus planes tienen ahora menos tiempo: Gioja juega su chance presidencial a un excelente resultado en San Juan, y de un día para otro esa fecha se le corrió 4 meses para adelante. Pero le sentó bien porque el amplio abanico de la oposición tendrá ahora menos tiempo para juntarse. Y cuanto más sean enfrente y por separado mejor, porque dividirán los votos.

En los campamentos opositores locales, la noticia cayó con distintos tonos. El basualdismo parece más cerca de ir solo, Colombo tiene menos dilemas porque ya tiene definido su tandem con Cobos y el que se suba (¿radicalismo?) y la Coalición Cívica deberá agitar estos días para definir su frente. Para Ibarra, la cuenta regresiva de su definición se achicó a la mitad: ya no hay tiempo para relojear el horizonte y lo que haya que hacer, habrá que hacerlo ya.