Felisa Miceli disparó ayer por elevación a los poderes Judicial y Ejecutivo, al señalar que ella no tuvo ‘una estructura de poder‘ que la protegió como a otros. La exministra no quiso dar nombres y tampoco opinar sobre otras causas judiciales, como las que salpican a su excompañero de Gabinete, el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime, quien ha sido procesado en diversos expedientes y al que se lo investiga por enriquecimiento ilícito. En la lista también están el exsecretario de Transporte de Cristina, Juan Pablo Schiavi, procesado por la tragedia de Once; o el mismo vicepresidente de la Nación, Amado Boudou investigado por la quiebra fraudulenta de la ex Ciccone. Cuando Miceli se fue del Ministerio pasó a trabajar en el área de la administración financiera de la Fundación Madres, que dirige Hebe de Bonafini, entidad envuelta en un escándalo por el supuesto desvío de unos $250 millones destinados a la construcción de viviendas sociales.
