‘No sé cómo vamos a hacer para volver a empezar. No nos quedó nada y los chicos no tienen ni leche. Estamos muy tristes, pero a la vez damos gracias a Dios porque fue una desgracia con suerte’, dijo Gustavo García. El hombre, que por momentos no pudo contener las lágrimas, comentó que es papá de 7 chicos de entre 10 años y 1 mes y que perdió todo en un incendio, y dijo que necesitan desde ropa hasta alimentos y que quienes puedan ayudarlos con materiales de construcción pueden comunicarse con él (ver aparte). Este incendio sucedió el jueves en la noche, en el barrio Los Zorzales, en Marquesado, Rivadavia.
Para ayudar a los García
Los vecinos del barrio comenzaron a pedir ayuda para Gustavo, su esposa y los 7 niños de la pareja. Para ayudarlos, se puede llamar al 264-5506469 o al 264-3197720.
Es cartonero, su señora tiene 29 años y hace un mes fue mamá de su séptimo hijo. Ella estaba sola, con el bebé y dos niños más, cuando de repente vieron que desde una de las habitaciones de la casa el fuego estaba ingresando a la cocina. "Salió corriendo a buscarme y sacamos a los niños. Hicimos lo que pudimos para salvar algo, pero el fuego avanzó muy rápido", dijo el hombre y comentó que por el frío, su esposa y 6 de los niños fueron llevados a la casa de un familiar para que pasaran la noche. "Es que no nos quedó nada", dijo, mientras que agradeció en todo momento la ayuda que recibió de parte de sus vecinos, quienes estuvieron hasta la madrugada ayudando a sacar cosas quemadas de la casa y hasta se organizaron para hacer campañas solidarias.
Aferrado a la fe, Gustavo reiteró que sus hijos estaban a salvo y que eso era lo más importante. Sin embargo, no podía contener la angustia al ver cómo su casa estaba toda tiznada y con olor a humo. Es que el fuego quemó los muebles de las dos habitaciones que tienen, la cocina comedor y hasta algunos artefactos del baño. "Los chicos quedaron con la ropa que tenían puesta, igual que nosotros. Somos 9 personas en esta familia y vamos a necesitar mucha ayuda para volver a empezar", agregó el hombre, que durante la mañana de ayer no había podido salir a vender cartones porque estaba tratando de terminar de sacar el agua.