“La Primaria fue como un juego, pero la Secundaria sí que estuvo difícil. Hasta que le agarré la mano me costó, pero me encanta”, confesó María Sol Coria.
La chica de 17 años le entregó en bandeja a la escuela y a su familia una sensación invaluable: el orgullo de ser parte del cuerpo de bandera.
Sol tiene Síndrome de Down y se convirtió en la tercera escolta del Colegio Ciudad del Sol. Se trata de un nuevo logro de integración en las escuelas, a la vez que en ese colegio, se convirtió en la primera alumna en desarrollar todo el proceso educativo desde el jardín de 3 años, pasando por la Primaria y la Secundaria, y que lo cierra nada menos entre el selecto grupo de estudiantes con mejor promedio.
Hoy Sol vive una de sus grandes satisfacciones personales, pero detrás ostenta toda una historia de sacrificio y perseverancia.
Las responsabilidades escolares no terminaron cada día después del último timbre, porque por las tardes siguió con las clases de apoyo y el trabajo del equipo pedagógico.
“Lo bueno es que le encanta la escuela, entonces todo ese proceso y esfuerzo no fue una carga para ella”, acotó Andrea, la mamá.
“Inglés, Psicología y Lengua son las materias que más que gustan. Matemática me cuesta, pero sólo es cuestión de estudiar porque como en todas las cosas, siempre se puede”, dijo Sol.
Este último año también implicó más autonomía y responsabilidad pues la ayuda de la DAI, una figura que la acompañó desde el jardincito, empezó a despegarse e incluso salir del aula.
Esto, para empezar a soltarle la mano y darle más independencia.
Sol es fanática de Lali Espósito, le gusta pintar, andar en patines, nadar y está enamorada de su novio, Bautista.
Y aunque la queda un año más para cerrar la Secundaria, ya empezó a proyectarse para 2018: trabajar y a la vez seguir estudiando. Entonces, o será cheff o actriz, como su ídola Lali.