Juega al fútbol como los dioses. Tiene muchos amigos y sabe escribir. Pero todavía no puede hilar una frase completa. Su habla se limita a decir algunas palabras sueltas casi incomprensibles. Esto, porque Gonzalo Galeote, un nene de 8 años, es sordo de nacimiento y de la única forma que podría comunicarse mejor sería recibiendo un implante coclear. Incluso, esto le permitiría integrarse a una escuela común. Pero la cobertura social que posee le dio turno de cirugía para dentro de dos años. Los especialistas dicen que para que pueda tener una vida plena e integrarse sin problemas, Gonzalo debe recibir el implante ya. Los papás y el nene llevan una lucha de 4 años para lograr colocar dentro de su cerebro un aparato que le permita escuchar.

Desde el día que se enteraron que el niño tenía una posibilidad concreta de escuchar, los papás comenzaron a movilizarse.

Ni bien se enteraron de esta historia, los jóvenes que forman parte de la Agrupación Virgen de Fátima, comenzaron a movilizarse. La operación no se puede hacer en el área pública porque Gonzalo tiene la cobertura social que reciben los pensionados discapacitados, “Incluir Salud-Profe”. Pero a su vez, esta no le da una respuesta inmediata. A nivel privado, el implante cuesta unos 200 mil pesos y ahora, esta agrupación está haciendo una movida solidaria para reunir el dinero y conseguir que se opere lo más rápido posible.

Gonzalo tiene una pérdida auditiva total en el oído derecho y por el izquierdo sólo puede escuchar un 5%. Aunque tiene audífonos, los especialistas dijeron que no es suficiente. Por eso es candidato para esta clase de intervención, que en San Juan se hacen en el área pública, tanto en el hospital Rawson como en el Marcial Quiroga. “El médico nos dio un informe en el que se explica la urgencia de la cirugía. Pero cuando quisimos entregar a la obra social ese informe, no lo aceptaron”, dijo Diego Galeote, el papá. Desde Incluir Salud-Profe, dijeron que tienen 15 pacientes en lista de espera y que por eso le dieron un turno a tan largo plazo. Mientras tanto, el Diego se puso en contacto con Desarrollo Humano para ver si pueden agilizar el trámite. “Si a mi hijo no se lo opera ahora, después le será casi imposible aprender a hablar”, agregó Soledad, la mamá.

El chico se las ingenia para hacerse entender. Incluso, su familia hasta ideó un sistema de señas para comunicarse más rápido. Desde los 2 años va a la Escuela Terry, que es cuando los papás se enteraron que era sordo. Esta institución tiene formación oralista, se decir que le están enseñando a entender a los demás a través de la lectura de labios y buscan que él pueda modular algunas palabras. Todo esto sería más rápido si le hiciera un implante coclear, que es un dispositivo que se coloca en el interior del oído (ver infografía).
A los 2 años, sus papás se dieron cuenta que no reaccionaba ante las órdenes que ellos les daban. Fue cuando le diagnosticaron la sordera, pero nunca supieron cuál fue la causa. A los 4 años comenzó a atenderlo Leonardo Nefa, uno de los especialistas más reconocidos de la provincia, en cuanto a los implantes cocleares y fue el que hizo la primera intervención en San Juan en 2006. El médico revisó al nene y le dijo a los papás que era necesario el implante. Desde ese día, la familia Galeote golpea todas las puertas y Gonzalo está ansioso por saber qué se siente escuchar “gol”.