
Tiene un dolor tan grande que no quiere salir de su casa. Siente vergüenza porque aún tiene sus ojos morados y dijo que desde el viernes pasado lo único que hace es llorar. "Tengo miedo, no quiero que salga de la cárcel porque me va a matar", dijo Milagros Páez, una joven que fue atacada durante un recital por su exnovio. La chica, que vive junto a su mamá y que tras publicar en Facebook su historia promete poner punto final a más de 2 años de violencia, dijo que no sabe cómo hacer para volver a tener paz en su vida. Ella se había peleado con su ex hacía dos semanas. La mamá de la joven hizo la denuncia, porque ella es menor, y el domingo detuvieron al agresor.
Milagros tiene 17 años, trabaja como moza en un café del microcentro y ahora pelea por recomponer su vida. Tras el ataque del fin de semana pasado, la joven dijo que no duerme de noche por el miedo que siente y que lo único que desea es que tras su denuncia la situación no empeore.
Acompañada por su mamá y su abuela, Milagros abrió la puerta de su casa y se atrevió a contar su historia y a que la gente conozca su rostro. La voz le tembló durante toda la charla y por momentos casi no se le entendió lo que dijo, pues sus labios aún están hinchados por los golpes. Y en ese contexto, reiteró en varias oportunidades que tiene miedo de que la mate. Sobre todo, después de que hiciera público su caso y detuvieran al agresor. "No me alegra que lo hayan detenido, pero no quiero que salga. Tengo mucho miedo. Ya me arruinó la vida y si no es él, a va a ser su familia, pero me van a matar", dijo angustiada.
Con la mirada gacha en todo momento, porque dijo sentirse avergonzada, Milagros contó que si bien la golpiza del viernes pasado, durante el recital de Ulises Bueno en la cancha de Alianza, fue la más dura, era habitual que su exnovio la maltratara. "Yo estuve con él casi 4 años. Cuando llevábamos dos años de novios comenzó a darme cachetones y a insultarme. Siempre me decía que era una prostituta y que si no estaba con él no iba a estar con nadie. Me peleé varias veces y lo dejé, pero siempre volví. Sin embargo, esta vez no lo quiero ni ver", dijo entre lágrimas la joven que rogó a la Justicia que haga algo para que su exnovio no se acerque más. Anteriormente, el exnovio hasta la había arrastrado en la calle tomándola del cabello.
El día del último ataque Milagros había ido al recital con un grupo de amigos. Durante la última canción del show, uno de sus amigos la subió a los hombros. En un momento sintió que la tiraron del cabello, cayó de espalda y vio que era él. Atinó a pedirle que se fuera, pero no le dio tiempo a nada. Sintió un fuerte golpe en su cara y después se despertó arriba de una ambulancia, con la boca ensangrentada. "Ahí me di cuenta cuánto me había pegado, no entendía nada. Dicen que él salió corriendo y fue todo muy rápido. Después vi que tenía un derrame en los ojos, un golpe en la frente y en la sien y la boca toda cortada. No sé cómo me pegó, sólo recuerdo la primera piña", dijo y bajó aún más su mirada.
A días de ese ataque, Milagros atiende el celular con miedo cada vez que le suena y teme que la familia de su ex o los amigos le hagan algo a ella o a su familia. "La mamá y la hermana de este chico vinieron a pedirnos que levantemos la denuncia, pero no puedo. Es la vida de mi hija, no voy a dejar que la mate. Esa noche me la devolvió desfigurada", dijo Alejandra Echegaray, la mamá de Milagros, que admitió que ella le había aconsejado en varias oportunidades a su hija que dejara esa "relación enfermiza".
Denuncias
4.113 casos de violencia de género recibió la Dirección de la Mujer hasta octubre pasado, es decir, hay un promedio de más de 400 intervenciones por mes.
25 Por ciento de los casos denunciados se trata de chicas menores de 25 años, que sufren la violencia de género durante el noviazgo.
