Poco entendible, por el tiempo que pasó, pero loable porque no los encandiló el nombre del personaje fue la decisión de la Agencia antidoping de los EEUU.
Cuesta entender porque desde 1996 hasta ahora a Lance Armstrong se le hicieron casi 600 análisis que dieron resultado negativo. Le sacarán títulos y premios, pero no le podrán sacar la gloria que quedó retratada por los medios.
Si la sanción es resultado de una firme determinación de la USADA bienvenido sea. Si responde al ensañamiento de algún funcionario al que el ciclista le resulta antipático no será más que una simple y triste anécdota que empaña más al ciclismo.
