�Mientras que en 2013 el Observatorio Social de la UCA estimó que 5,4% de la población no pudo reunir ingresos para comprar una canasta básica de alimentos, ahora la tasa subió un punto porcentual y se ubicó en 6,4 por ciento. Para no ser indigente, la canasta básica alimentaria no oficial debería ser de $2.735 mensuales para una familia tipo, contra los $896 del Indec. ‘Esto quiere decir que dos millones de personas son indigentes, mientras que hay más de 10 millones de pobres‘, continuó Salvia. A diferencia de los datos de pobreza, la indigencia cayó entre 2010 y 2013, pero volvió a crecer el año pasado.