San Juan, 10 de febrero.- Tamara Videla, la joven de 22 años que la semana pasada recibió un disparo de arma de fuego en su rostro en un confuso episodio con su pareja, vive “un martirio, según dijo su familia, al convivir con el proyectil en su rostro.

Verónica, tía de la chica, contó que pese a los estudios que se le realizaron desde el momento de la agresión, los médicos todavía no le realizan una intervención para quitar el proyectil que se encuentra alojado debajo de su oído izquierdo. “Ella tiene muchos dolores, mareos, dolores en la nuca y hasta sangrado de nariz”, relató la mujer.

La familia de la chica afirma que en un primer momento los profesionales no detectaron la presencia del proyectil y la mandaron a su casa con reposo. Sin embargo, en una interconsulta en el Hospital Marcial Quiroga detectaron la bala, pero aún no es retirada.

El caso

El supuesto accidente, ya que el hombre afirmó que el disparo ocurrió mientras limpiaba su arma, sucedió en la casa que comparten Tamara Videla y Gabriel Calderón en el Lote Hogar Nº13, en inmediaciones de la Ruta 40 entre las calles 5 y 6, en Pocito. La joven no efectuó la denuncia, aunque la policía detuvo al sujeto por portación ilegal de armas.