Un jamón casero, degustación de berenjenas en escabeche, salsas y conservas, artesanías, pinturas y tejidos, comidas y pastelería casera y ofertas de paseos por las fincas, granjas y restoranes albardoneros. Así, la Fiesta de Todos de Albardón de este año, que comenzó la noche del viernes pasado y terminará esta noche, apostó a los emprendimientos familiares del lugar para seguir con la línea de promoción turística y económica que ya viene encarando el departamento desde hace algunos meses.

En uno de los pasillos de la plaza departamental estaba la mayoría de las familias más conocidas del departamento. En un stand bajo un gacebo, dos mesones mostraban una variedad de artesanías hechas en travertino. Eran relojes, lámparas, adornos, ceniceros, mesadas y portarretratos tallados con una técnica que ya ha pasado por tres generaciones en la familia Lorenzo. Junto a ellos, otra familia exponía y vendía tejidos, pinturas y manualidades. Mientras que, al frente, los peatones se amontonaban para degustar un poco de las berenjenas en escabeche con pan casero que ofrecía doña Ova Sánchez, una vecina de Albardón conocida por sus conservas, salsas y dulces.

En total, eran casi 50 puestos destinados exclusivamente a los productos elaborados y ofrecidos por los mismos albardoneros en su fiesta departamental, en la que se festejó el aniversario 144to de la fundación de su villa cabecera. Esto sin contar los 15 stands de comidas típicas y la gran carpa destinada al programa municipal llamado Sabores entre Albardas, que fue una de las más visitadas durante toda la noche del viernes (en la que hubo unas 8.000 personas, según fuentes policiales).

En ella estuvieron algunos de los más de 12 productores y emprendimientos familiares que componen el circuito gastronómico ofrecido al turismo, y en el que se puede degustar comidas típicas de la zona mientras se disfruta de un paseo por las fincas o se descansa en los alojamientos albardoneros. Para los más chicos la atracción principal fue un chivito que estaba atado junto a unos fardos y dos gallos enjaulados que llevó la Granja Tía Nora. Los más grandes fueron directo a los vinos artesanales y a los postres caseros del emprendimiento EMEYCE, a la comida hecha con carne de conejo del Rincón del Alba y al salame y jamón crudo de la Granja La Cañada.