Para celebrar la llegada de la Navidad y el Año Nuevo, las autoridades colocaron adornos en la cima del campanil de la Catedral. Anoche, en medio del viento, parte de la decoración se precipitó poniendo en riesgo la seguridad de quienes transitan por el lugar. Afortunadamente no hubo heridos ni damnificados.
Alrededor de las 2,20, el cuartel central de Bomberos recibió un llamado de alerta: la estructura luminosa que daba a la calle Rivadavia estaba a punto de precipitarse. Como consecuencia, quienes advirtieron la situación, impidieron que personas caminaran en la zona.
Si bien el personal salió rápido, cuando llegó, el cartel que tenía forma de estrella y estaba acompañado por un “2017” ya había caído sobre la vereda. Afortunadamente sólo tiró algunas ramas de los árboles del lugar y no causó mayores inconvenientes.
Después del hecho, los bomberos se dedicaron a trabajar en los otros 3 adornos que están colocados del mismo modo para sujetarlos mejor y evitar próximos accidentes.