Dolor e indignación envuelven a la familia de Candela Montaña (21), la joven que fue a dar a luz en el Hospital Rawson y su bebé murió en el parto. Según los padres y hermanas de la chica, hubo mala praxis por parte de dos doctoras que se negaron a realizarle cesárea.
El viernes 12, alrededor de las 22, Candela ingresó al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson con contracciones. "La revisaron 5 minutos, le dijeron que tenía poca dilatación y la enviaron de nuevo a su casa", manifestó una hermana.
La familia asegura que esa noche no la pasó bien por los dolores que la agobiaban y el sábado 13, pasado el mediodía, regresó al hospital para recibir atención, ya que "no aguantaba más" la situación. "La internaron y esperaron a que dilatara más para que tuviera parto normal. Lo que no podía suceder porque ella es diabética insulinodependiente y hace dos años tuvo otra cesárea", expresó el padre Alfredo Montaña, quien remarcó que la familia en todo momento le repetía que debían operarla y no esperar a un parto natural.
Con angustia dijeron que a las 17, vuelven a controlarla y los signos vitales del bebé se habían debilitado. De inmediato la prepararon para cesárea y tras la operación, le dieron la terrible noticia que Lian, como lo llamaron al pequeño, había muerto en el parto. "Por un capricho no le hicieron cesárea de entrada y esperaron que de a poco se apague el corazón de mi nieto. Dicen que lo reanimaron pero que fue en vano", sostuvo Alfredo e identificó a las profesionales de apellido Cuelis y Aciar.
Según Montaña, se acercó hasta la Comisaría 5ta para radicar la denuncia correspondiente pero le manifestaron que tiene que ir su hija Candela cuando le den el alta médica.
La familia busca respuestas y según el entorno de la mamá, quien aún permanece internada por su estado y tiene un hijo de 2 añitos, no le han entregado el cuerpo hasta el momento. "Cuando pedí explicaciones una de las doctoras me dijo ‘acuerdese que no es la última vez que va a venir al hospital’, yo lo sentí como una amenaza", aclaró y cerró que piden justicia porque no quieren que otra persona atraviese el mismo dolor que ellos.