El aparato pesa sólo 50 kilos. Antes de ingresar, a las personas les toman la temperatura a través de un sensor infrarrojo de medición.

Fue diseñada para que en sólo 30 segundos y en cuatro pasos, esta cabina automatizada de prevención contra el Covid-19 sea la primera línea de defensa sanitaria en lugares donde la circulación de personas sea inevitable. Un grupo de sanjuaninos diseñó una garita que permite tomar la temperatura, desinfectar las manos, pulverizar un agente germicida sobre la ropa y hasta desinfectar el calzado, todo antes de ingresar a un local. El dispositivo acaba de salir al mercado y ya hay empresas interesadas en adquirirlo.

"Somos ingenieros y tenemos una fábrica de metalúrgica. Pero cuando nació esta idea convocamos a un arquitecto y a un investigador del Conicet para generar una cabina totalmente automatizada y absolutamente eficiente. Y si tardamos en salir al mercado fue porque antes hicimos varios y rigurosos test", indicó Pablo Sánchez Le Daca, uno de los desarrolladores de la denominada Cabina Sherpa.

Inocuo. Dentro de la cabina, ropa y accesorios son rociados por una nube de agentes germicidas.

 

"La cabina es un método más en la lucha contra la transmisión del coronavirus"
PABLO SÁNCHEZ LE DACA

Desarrollador

El aparato está recomendado para comercios, bancos, shoppings, cines, supermercados, escuelas o aeropuertos. Y también pretende ser un mecanismo adicional de protección para el personal de la salud y los pacientes, por lo que puede ser instalado en los accesos de hospitales, clínicas o consultorios, indicaron.

"El procedimiento es simple y dura medio minuto. Supongamos que la cabina está en el acceso a un banco. Cuando un cliente llega, un guardia de seguridad le mide la temperatura con un sensor y luego la persona se aplica alcohol gel en las manos. En el interior se pulveriza una nube de solución química, para lo cual debe tener barbijo y cerrar los ojos. En paralelo, bajo sus pies hay una alfombra que desinfecta la suela de los zapatos y esa alfombra incluso puede extenderse al interior del local. La cabina tiene un sistema de semáforos, por lo que mientras la persona está en su interior permanece una luz roja y cuando el procedimiento concluye la luz verde lo habilita a avanzar", explicó Sánchez Le Daca.

Martín Bruno, científico sanjuanino del Conicet y docente en la UCCuyo fue quien generó aportes sanitarios y propuso el mejor agente germicida para el rocío de una fina nube, que no es tóxica para los seres humanos y no daña la ropa. "Es una solución de cloruro de benzalconio, que es merthiolate al 0,005%, hidróxido de amonio al 1%; y también peróxido de hidrógeno, que es agua oxigenada al 0,35%", dijo el investigador.

De acuerdo a Sánchez Le Daca, la cabina se caracteriza por ser automatizada, inteligente y compacta, es decir, que no tiene accesorios que sobresalen, como bidones o bombas hidráulicas. El sistema de cañerías está empotrado, tiene ruedas de acero que permite moverla con facilidad y cuenta con una rampa para discapacitados. En tanto, hay otro aspecto destacado y es que el aparato tiene lámparas UV, que permiten desinfectarlo cuando se termina de usar o antes de su utilización. Para ello sólo se aprieta un botón y esa desinfección tarda 15 minutos.

"Si bien tenemos horas de haber salido al mercado, ya contamos con varias empresas interesadas y un pedido para avanzar en la construcción de cinco aparatos. Son tiempos en que necesitamos sentirnos cuidados y cuidar al otro, por lo que esa fue una premisa para diseñar la cabina", destacó Sánchez.

 

Autonomía

700  Pasadas de personas, en promedio, es la capacidad de rocío que tiene la cabina. La autonomía está generada por una carga de 45 litros de agente germicida, recomendado por la OMS, dijeron.