La madre de Franco aún recuerda cuando el 25 de agosto de 2004 debió trasladarse con su marido y su bebé de ocho meses hasta el Garrahan, porque su hijo “había sufrido tres infartos y se moría”. “Todo era difícil, había que conseguir un corazón de otro chico de cerca de un año, el tiempo nos jugaba en contra porque Franco estaba cada vez más delgado y tenía pocas defensas”, indicó.
Pero la mujer señaló que “en agosto de 2004 todos los medios de comunicación hablaban del caso de otro bebé, que necesitaba un hígado para seguir viviendo. Se me ocurrió salir a pedir la solidaridad de todos con Franco a través de los medios. Le hablé por televisión hasta al presidente Néstor Kirchner pidiéndole por mi hijo y fue tan fuerte la historia de Franco que no paré de recibir muestras de solidaridad a cada rato”, añadió.
