Por Javier Sillero

Cuando entró a la cancha lo silbaron e insultaron de pie a cabeza. Cada pelota que tocó fue un silbido general, que bajó de todo el estadio. Luego, a los 14m. del complemento, cuando fue reemplazado pasó lo mismo. Después del partido el jugador del Deportivo Maipú y ex Desamparados, Silvio Molina, no quería hablar. Pero se detuvo y lo primero que largó fue: “Me molestó que el técnico (en referencia a Vázquez) mandó a que me mataran. Mirá como estoy, no puedo ni caminar”, disparó. Fuertes las palabras del volante, que salió del vestuario con hielo en la pierna y rengo, luego de la falta que recibió de Emanuel Campo.

El jugador nacido en La Bebida no fue bien recibido por la gente de Sportivo, lo insultaron y silbaron toda la tarde, él no reaccionó en ningún momento. “Me trataron mal en Desamparados, pero bueno esto es así, era obvio”. Luego con una sonrisa irónica agregó “no me imaginaba que me iban a tratar mal, pero bueno son reglas del juego y las acepto. Esto sigue para delante, tengo a mi familia, que me apoya en todo”.

Silvio Molina después habló de su alejamiento en Desamparados. Fue directo y claro en sus declaraciones. Señaló, que no dejó el club porque quiso, sino porque “me echó el técnico (por Jorge Vázquez), no me fui porque yo quise de Desamparados. Yo siempre fui un tipo que fue de frente y no me costó salir cuando me fui”.

Saliendo un poco de su problema personal con Vázquez y del recibimiento de la gente, el volante habló de fútbol, del partido y del empate que se llevó Maipú a Mendoza, “Jugamos bien, el punto es merecido e importante. Se generó un poco de fútbol, que es lo que quería el técnico. Estuvimos mucho más cerca que ellos de ganar, excepto la última jugada. Creo que al equipo le falta aceitar un par de cosas más”, culminó su extensa declaración Silvio Molina.