“Integro Madres contra el Paco de Lomas de Zamora, la zona de más adicción en Buenos Aires. Las Madres recorremos las calles y villas buscando a los chicos que consumen paco y los ayudamos, porque es atroz lo que le hace esta droga a los pibes. Los chicos andan tan idos que parecen zombies; caminan cabizbajos y encapuchados, porque le escapan a la luz. Tienen la cara, las manos y las uñas negras, por el kerosene que le ponen a la pasta base. Además, les ves quemaduras en las manos y en los labios, porque están tan drogados que no se dan cuenta que se queman con las pipas. Se ponen tan agresivos que matan a sus propios compañeros y llega un punto en el que se sienten tan mal, que se terminan ahorcando. Yo trabajo en un hospital y en Maternidad se multiplican las enfermedades venéreas de las adictas al paco, que se prostituyen para comprar la droga. Ellas no saben quiénes son los padres y tienen hijos con desnutrición congénita o daños neurológicos. En Neonatología, por ejemplo, las mamás van a dar el pecho a sus hijos en condiciones tan lamentables que los médicos no saben cómo hacer para mantener la higiene en el lugar. Por el paco hemos perdido una generación de hijos y ahora también de nietos”.
