Santiago de Chile, 5 de agosto.- Brigadas de policías y bomberos
trabajaban el viernes contrarreloj en Chile para rescatar a 34
operarios que quedaron atrapados en una pequeña mina al norte
del país, de quienes se desconoce su condición, en uno de los
peores accidentes laborales del país en los últimos años.

La gubernamental Oficina Nacional de Emergencia (Onemi)
reportó en la noche del jueves que se produjo un socavón en la
mina San José de la minera San Esteban, y tras una evaluación
en el terreno, constató que la rampa principal de la
instalación estaba obstruida.

‘Hasta el momento no tenemos una información de detalle de
las condiciones en que están. Presumimos que están dadas las
condiciones para que las personas puedan ser rescatadas a la
brevedad‘, dijo a Reuters el ministro de Minería, Laurence
Golborne, quien está de visita en Ecuador.

‘Una vez que se termine esta crisis vamos a evaluar muy
bien las causas y los orígenes de este derrumbe‘, agregó.
Las difíciles condiciones de acceso obstaculizaban las
labores de rescate que se extendían desde la noche del jueves
en el interior de la mina, ubicada en una zona muy árida de la
región de Atacama y que al año produce 1.200 toneladas.

La máxima autoridad del Gobierno en la Región de Atacama,
Ximena Matas, dijo que existe la posibilidad de que los mineros
se encuentren en un refugio habilitado para emergencias en una
zona más profunda de la mina.

‘En el nivel 350 (metros sobre el nivel del mar) se produjo
este derrumbe y este grupo de trabajadores está más abajo y
nosotros estamos cifrando todas nuestras esperanzas de que
ellos estén en un sector donde no ha habido derrumbes‘, dijo
Matas a la radio Cooperativa.

En el sector donde estarían supuestamente los mineros hay
un refugio que cuenta con los elementos básicos y necesarios
para que la gente pueda estar durante un tiempo, con oxígeno,
alimentación, agua y ropa de abrigo.

‘Hasta el momento no hemos tomado contacto con ellos‘, dijo
Matas, quien agregó que se estudia la forma más segura de poder
dar con la ubicación de los operarios.

AUTORIDADES

La ministra del Trabajo, Camila Merino, el subsecretario de
Minería, Pablo Wagner, y funcionarios del Servicio Nacional de
Geología y Minería se movilizaron a la zona donde está la
minera de cobre y oro San Esteban Primera, a unos 45 kilómetros
al noroeste de la ciudad de Copiapó.

Mientras tanto, familiares de los mineros permanecían desde
la víspera en las afueras del yacimiento, con la angustia de no
poder contar con mucha información del estado de sus parientes
atrapados.

‘Yo tengo a mi hijo acá y son tantas horas las que llevamos
esperando (…) nos dicen que están atrapados y nada más. No
sabemos en qué condiciones están‘, dijo a medios locales un
familiar de uno de los mineros atrapados.

La Onemi dijo que 130 personas trabajan en las labores de
rescate, junto a cinco vehículos especializados en estas
funciones, además de rescatistas de la minera Michilla
procedentes de la ciudad de Antofagasta.

Según el organismo, funcionarios de la policía lograron
ingresar al lugar a través de una de las chimeneas de
ventilación.

El accidente ocurre en momentos en que las autoridades
mineras y las empresas del sector comienzan a celebrar el mes
de la minería en Chile, el mayor productor mundial de cobre.

Los accidentes en la minería no ocurren con frecuencia en
la grandes compañías, pero sí en las de menor tamaño.

Félix Medina, representante de la Central Unica de
Trabajadores (CUT) en la provincia de Copiapó, dijo a Reuters
que las condiciones de muchas minas medianas y pequeñas de la
zona son precarias y que la situación le fue advertida al
ministro de Minería en una reciente reunión.

MAL PRECEDENTE

Medina explicó que la mina tiene un historial de
accidentes, con 13 personas fallecidas en las faenas y tres en
la serpenteante carretera que comunica a la mina con Copiapó.

‘Es una zona de mucha actividad minera, pero la autoridad
no tiene los elementos suficientes para poder hacer una buena
fiscalización‘, comentó el dirigente, quien acudió la noche del
jueves a la zona del incidente.

Además, relató que la mina donde trabajan unas 150 personas
y que carece de vías de escape, había sido cerrada en el 2005
por sus propios trabajadores, pero luego se logró reactivarla.

‘Este accidente, lamentablemente, nosotros como
trabajadores lo esperábamos, sabíamos que iba a ocurrir‘,
acotó.