Desde hace días, los papás de más de 600 chicos que asisten a la escuela Vicente López y Planes reclaman por problemas edilicios en el establecimiento y porque además no hay agua potable. Pero como todavía no tienen respuesta, ayer decidieron manifestarse. Se reunieron en la puerta de la escuela y si bien al principio la idea era que los chicos no entraran a clase, luego lo hicieron porque están con pruebas integrativas. Lo que reclaman es que los alumnos deben estudiar entre escombros, materiales de construcción y enormes chapas que están atadas con alambre.
Además, los baños no funcionan y sólo hay agua en un surtidor del patio. Las autoridades de la escuela dijeron que vienen reclamando al Ministerio de Educación desde septiembre pasado pero hasta ahora no tuvieron respuesta. Por segundo día consecutivo DIARIO DE CUYO intentó comunicarse con esta cartera para ver qué es lo que sucede, pero no obtuvo respuesta.
Los problemas en esta escuela son de larga data, pero que se cortara el agua a principios de la semana pasada fue el detonante. Entonces los papás volvieron a reclamar. Si bien en un primer momento analizaron tomar la escuela, tal como sucedió en 2013, después llegaron a la conclusión que los únicos perjudicados serían los niños ya que están en la etapa evaluativa final.
Según informaron las autoridades escolares, desde hace dos meses que la empresa que estaba construyendo el nuevo edificio y realizando mejoras en las aulas dejó de trabajar. Es por eso que la obra se paralizó y colocaron paneles de chapa y de madera en los patios para cerrar el sitio donde está la construcción. Según contó Cristina Perona, una mamá, esto es peligroso para los niños porque son chapones atados con alambre y tras un viento corren riesgo de desprenderse. De hecho, una mamá contó que días atrás una de estas chapas impactó contra la cabeza de una docente que tuvo que ser trasladada a un centro de salud.
A esto se suma que los baños tienen todas las griferías rotas y no tienen agua, es por eso que los alumnos deben usar los sanitarios de los docentes y directivos. En 2013 esta escuela fue tomada por los papás, quienes no enviaron a sus hijos a clase durante varios días. En ese momento lo que pedían era que construyeran un nuevo edificio.