Rajoy es todo un veterano de la política, a la que ha dedicado la mitad de su vida y a la que le debe esas canas que siempre lo hicieron parecer mayor. Los que lo conocen dicen que siempre tiene un chiste a mano, a pesar de su aparente seriedad. El Caribe fue su destino vacacional durante 13 años consecutivos, pero ahora elige descansar lejos de los centros “oficiales” de veraneo. Sus hobbies lo definen también como un hombre sencillo. Prefiere el ciclismo al golf y se confiesa un fanático del fútbol. Hasta tal punto que es abonado del Real Madrid, hincha del “Depor”, accionista socio del Celta y del Pontevedra y no duda en ajustar su agenda para poder disfrutar de un partido interesante. En abril de 2001 recibió la medalla de oro del ciclismo, “por su incesante apoyo en todas las categorías”. Sus fetiches deportivos lo han acompañado en los cinco ministerios por los que ha pasado. En su despacho no han faltado un balón de fútbol, regalo de sus amigos y recuerdos firmados por los mejores ciclistas españoles.
