�Decidido a cumplir con su promesa de privilegiar la vida personal y familiar por sobre la política, Sanz suele estar en Buenos Aires sólo dos o tres días por semana. Y siempre termina pasando por la Casa Rosada
�Decidido a cumplir con su promesa de privilegiar la vida personal y familiar por sobre la política, Sanz suele estar en Buenos Aires sólo dos o tres días por semana. Y siempre termina pasando por la Casa Rosada