El Río San Juan, en Ullum, se volvió hace unos años en uno de los atractivos turísticos de cada verano. Esto, por la cantidad de agua y porque el lugar es gratuito. Ahora, y a diferencia de hace unas semanas, este sitio se convirtió en un cementerio de peces. Es que la sequía hizo que el caudal de agua bajara notablemente y muchos peces quedaran muertos en la orilla.
"Venimos varias veces al mes con mi familia. La última vez que lo hicimos, hará unos 10 días, no estaba tan baja el agua y estaba cristalina. Sumado a eso, ahora no se puede estar dentro del río por la cantidad de peces muertos que hay. Da un poco de impresión verlos y hay algunos que son enormes", dijo Franco Altamirano, que había decidido pasar el feriado con su familia en ese tramo del río, pero que desistió al ver esta triste postal.
Desde 2015 el Río San Juan en Ullum, al que se llega por calle Las Moras, que es la que une a este departamento con Zonda, se volvió un gran atractivo durante el verano. Sobre todo, para grupos de jóvenes y familias que buscaban un lugar para refrescarse y estar en contacto con la naturaleza. Hubo momentos en los que personal policial que custodiaba la zona informó que por día el sitio era visitado hasta por más de 1.500 personas.
Durante muchos años el Río San Juan en Ullum fue un lugar muy elegido en los veranos para pasar los días de calor.
Este verano, si bien la afluencia de gente fue menor, los fines de semana siguieron siendo uno de los puntos de veraneo elegidos por turistas y sanjuaninos. Con sombrillas, reposeras, inflables para el agua y hasta con parrillas para hacer asados, los grupos de personas coparon los distintos rincones del lugar. Sin embargo ahora, la postal que el río muestra es desoladora.
Es que en medio de la sequía más grande de la historia, este lugar se volvió en otra víctima de la emergencia hídrica e hizo que muchas personas optaran por no ir más a este sector del río. Allí no sólo la falta de agua afecta a las actividades, sino que ahora aparecieron cientos de peces muertos. Hay de todos los tamaños y de diferentes colores. Entre las piedras, apilados unos sobre otros, enredados en ramas y hasta siendo movilizados por la corriente de agua, los peces se pueden ver en distintos rincones del río, al que se accede por una huella. A esta postal se suma el olor que hay en algunas zonas. "Mis hijos no quieren acercarse al agua, y hasta hace unas semanas no podíamos sacarlos de adentro del río. La verdad que da pena ver la cantidad de peces muertos que hay por todos lados. Creemos que es por la falta de agua", dijo por su parte Lucía Ponce, una sanjuanina que hace unas semanas llevó a la zona a unos familiares de Córdoba, quienes se fueron "alucinados" por el paisaje de ese momento.
Al igual que ella, muchas personas más que visitaron el río durante el fin de semana XL dijeron que estaban sorprendidos por la cantidad de peces muertos y que decidieron irse porque el sitio ya no les resulta atractivo.