La lluvia no impidió que Darío Franco viviera el partido a mil revoluciones, como es su marca registrada. Molesto, de acuerdo a sus gestos en la primera etapa, en el complemento se lamentó por el gol rival y casi ni levantó las menos con el empate agónico de Caprari.

-¿Qué balance realiza de este empate?

-Creo que por cómo se dio el partido, terminó siendo algo justo. Nosotros generamos muchas opciones claras de gol que no las aprovechamos y ellos más allá de marcar el gol, también lo podrían haber liquidado antes. Después, en el último centro, logramos un punto que, al menos, sirve para sumar en un partido que estaba muy cerrado.

-¿Por qué al equipo le cuesta tanto dar vuelta un resultado?

-Es algo que lamentablemente nos viene pasando. Nos marcan y los rivales se nos cierran muy atrás y nos cuesta encontrarles la vuelta. Lo bueno es que igualmente tuvimos chances, lo que pasa es que nos las concretamos.

-¿En qué aspecto se queda más preocupado?

-Lo que me molesta es que otra vez nos convierten a través de una pelota detenida. Contra Gimnasia nos pasó lo mismo en el segundo gol y ahora también. Son desatenciones que en este nivel se pagan caro.

-¿Piensa que los rivales le encontraron la vuelta a este equipo?

-No lo creo. Nosotros no vamos a renunciar a nuestra idea de juego de ser ofensivos y pensar, siempre, en agredir al rival. Habrá veces que somos más claros que otras, pero no pienso cambiar mi forma de pensar a San Martín.

-¿Considera que el equipo perdió equilibrio con los cambios?

-Puede que así sea. Pero la idea era generar más juego y desequilibrar por los costados. Repito, lo positivo es que sin tener un gran partido el equipo generó no menos de diez chances netas para convertir.

-¿Alguna opinión sobre la actuación del árbitro Toia?

-No. De los árbitros no hablo nunca y tampoco lo voy a hacer ahora. Ustedes (por los periodistas) son los que hablan de cómo juega el equipo, de los planteos del técnico y de la actuación de cada jugador, entonces si quieren hacer algún comentaron del juez lo hacen ustedes. Yo no.