Además de las medidas para abordar la problemática coyuntural, lo que hemos estado revisando es que hay que empezar a trabajar en la solución de algunos problemas que son estructurales.
– ¿Qué hay que revisar?
Una de las cuestiones está en poner mayor énfasis en la planificación de las variedades que vamos a tener disponibles para producir pasas, uvas y vino, por ejemplo. Lo que estamos viendo es cuál es la mejor estrategia. Hay muchas variedades que tienen dificultades para producir vinos de calidad. Creemos que la región en su conjunto tiene que promover vinos de mayor calidad y a lo mejor no hay que trabajar sobre prohibiciones sino que hay que trabajar sobre fomentos de nuevas variedades que generen un futuro diferente. Fomentando la posibilidad de crecimiento en términos de plantaciones con nuevas variedades, no con aquellas que nos dan vino de muy baja calidad.
– Un reclamo de los productores es el retraso cambiario…
La devaluación no necesariamente beneficia al conjunto del sector productivo de determinado sector. La devaluación no es una herramienta que soluciona los problemas. En todo caso, nuestra preocupación es analizar qué es lo que está pasando en los otros países que han generado procesos de devaluación, que entorpece mercados. De ninguna manera está prevista una devaluación como algunos están presuponiendo que hace falta.
Hay que pensar en la estructura de un diseño de herramientas como puede ser un fondo anticíclico, porque a veces las cosas andan bien, y cuanto esto sucede, sería inteligente que preveamos cómo van a ser las cosas cuando tengamos algunas dificultades.
