Antes que fuera Santo, ‘Lita’ y ‘Beto’ se empaparon de la historia del ‘cura gaucho’, José Gabriel del Rosario Brochero. Ese hombre de campo con el que se sentían identificado empezó a ser parte de los rezos y las plegarias. Pero el apego con su imagen ocurrió en un momento extremo, cuando Humberto José ‘Beto’ Sosa (55) atravesó un delicadísimo momento de salud.
El hombre sufrió en octubre del 2016 un accidente de trabajo (en OSSE en el Valle) cuando en una de las habituales tareas se clavó una espina de algarrobo en el pie, atravesó el borcego y dañó la planta. Por ser diabético, la herida le trajo serios problemas y, tras ser atendido en San Agustín, fue trasladado a la Ciudad de San Juan.
Por el avance de la infección, la decisión médica fue cortarle dos dedos de un pie para que la gangrena no acelere el deterioro de toda la extremidad. Pero las malas noticias continuaron, y los profesionales le dijeron a ‘Beto’ que la situación era más complicada y debían amputarle el pie. El llanto y el malestar lo invadió y fue allí cuando le hizo una promesa a Brochero: “Si evitaba la amputación, viajaba a lomo de mula (como lo hacía el Santo) desde su casa en el Valle hasta la iglesia que lo venera en el pueblo cordobés”, explicó Lita.
Así y todo, prepararon al hombre para ingresar al quirófano y sacarle un pie. “Pasaron algunos minutos, salió el médico y me dijo ‘cuando abrimos nos encontramos con una buena circulación de sangre, los tejidos regenerándose; esto es un milagro”, agregó la mujer.
No había explicación médica y fue tan así que a los días recibió el alta, para volver a ‘su’ San Agustín. Empezó un proceso de recuperación y encaró el armado de la logística para tamaño viaje, “se empeñó en cumplir la promesa, se sentía en deuda con el cura”, agregó.
El 1 de marzo, a las 3:30 de la madrugada, salió de su casa y a lomo de mula encaró camino hacia Chucuma, donde lo esperaban unos amigos gauchos que lo acompañarían en la travesía. “Buena parte del camino lo hizo a campo traviesa, no fue al costado de la ruta, tal como lo hacía en aquellos tiempos Brochero”, contó ‘Lita’.
En cada pueblo que paraba había una familia conocida que lo recibía y se hacía de provisiones, y este miércoles tendrá una entrada triunfal a la Villa Cura Brochero, donde llegará montado hasta las puertas mismas de la iglesia, donde lo espera hasta el Intendente -apuntó su esposa-.