"Tuve la oportunidad de ir a varios clubes importantes, pero nunca hubo un arreglo con los dirigentes de Peñarol. Eso también me generó ganas de dejar de jugar. Tenía muchas ganas de crecer".
"En el barrio somos muy conocidos y vivir acá esta bueno porque estoy cerca del club (a una cuadra). Aunque a veces llego tarde. Digo 5 minutos más y me confío. Soy el que tengo que llegar primero y llego último".
"Con Peñarol no se arrancó bien el Argentino B y en el Oficial estamos esperando ser campeones. Pero todavía no se puede. Queremos tener el orgullo se sentirnos campeones. Es algo único y la gente te reconoce en la calle".
