La polémica por las obras de remodelación a la peatonal del microcentro sanjuanino sumó un nuevo capítulo. La rotura de un caño de agua potable comenzó a inundar una cámara de estación transformadora y los trabajos de reparación evitaron a tiempo que la situación se transformara en, al menos, un corte generalizado de suministro de energía eléctrica a una zona más que relevante del corazón de la Ciudad.

El secretario de Planificación Urbana de la Municipalidad de la Capital, Cristian Hernández, describió que Energía San Juan detectó la imprevista situación y solicitó ayuda a OSSE para detener un riesgo que incluso podría haber finalizado en catástrofe. En coordinación con el municipio, personal de OSSE se encontró con un caño de agua potable embutido en una cámara de estación transformadora que se había rajado longitudinalmente, debido a los movimientos del hormigón armado, algo de esperar en zona sísmica. Entonces, realizaron un by pass y mientras aguardan para ver si hay otras ‘sorpresas’, evaluarán el arreglo definitivo por la falla de una obra que comenzó a realizarse apenas 4 años atrás.

En febrero de 2018, bajo la gestión de Franco Aranda como intendente, se encaró una remodelación a la peatonal que oficialmente demandó 47,5 millones de pesos, en la que el soterramiento de los servicios era uno de sus propósitos principales. En el inicio de las tareas comenzó la polémica porque en el movimiento de los suelos no consideraron que iban a perder estabilidad los árboles plantados, por lo que tuvieron que sacar a todos los ubicados en la calle Rivadavia y reemplazarlos por otros.

Hernández aseguró que no implica ningún riesgo actualmente caminar por la zona y que está correctamente vallado el sector donde tuvieron que realizar los trabajos.