”No sabía qué estaba pasando. Me asustó el estruendo. Lo primero que hice fue mirar que mis hijos estuviesen bien y cuando empecé a recorrer la casa me di cuenta que se había caído la mitad”, dijo Alejandra Miranda, una vallista que todavía no se recupera del impacto que le provocó el derrumbe de su vivienda ocurrido el miércoles por la mañana. Ahora están sobreviviendo gracias a la ayuda de los vecinos y a la asistencia de la Municipalidad de Valle Fértil. La noticia salió a la luz ayer en DIARIO DE CUYO Online.
Cerca de las 6 de ese día, Alejandra y sus 4 hijos que tienen entre 4 y 16 años, estaban durmiendo. El estruendo hizo que la mujer prácticamente saltara de la cama porque no sabía qué estaba pasando.
“Yo sabía que la casa era peligrosa, pero no tengo dónde ir. Sabía que podía caerse porque las grietas de las paredes son grandes, además es muy vieja”, contó Alejandra, quien agregó que ni bien se desplomó la pared de la habitación contigua a la que estaban durmiendo, se levantó para ver qué sucedía. “Salimos rápido porque no sabía si la otra pieza también se iba a caer”, agregó la mujer.
Ni bien ocurrió esto, los vecinos llamaron a los bomberos y a la Policía, quienes corroboraron que el sitio estaba prácticamente inhabitable por inseguro porque podía seguir derrumbándose. Fue entonces que Alejandra, con la ayuda de sus vecinos, comenzó a sacar los pocos muebles y ropa que tiene y los colocó en el fondo, donde están viviendo por el momento. “Acá son todos buenos. No me dejaron sola. Mis vecinos me ayudan y también se acercó la Municipalidad”, contó.
La vida de esta mujer no es fácil. Es viuda y trabaja limpiando casas. Además hace comida para vender los fines de semana, algo que no podrá seguir haciendo porque ni siquiera tiene cocina.
Si bien por el momento está recibiendo ayuda, sigue durmiendo en el fondo, bajo un árbol. “No tenemos dónde ir. Estoy anotada en el IPV desde hace años, pero nunca tuve suerte. Soy humilde pero trabajo mucho. Yo puedo pagar una casa si me la dan. Aún cuando vivimos en este rancho siempre me las ingenio para darle comida y estudio a mis hijos”, agregó Alejandra.

