Un punto de los últimos nueve en juego. Dos derrotas como local en los últimos tres partidos jugados. Los números no mienten y muchas veces duelen pero esa es la realidad de este San Martín que juega bien, que trata bien la pelota pero que sigue perdonando arriba y cometiendo errores atrás sin necesidad. Contra Estudiantes, se quedó sin nada por un gol en contra. Frente a Argentinos, de visitante, pudo haberse traído los tres puntos pero no fue efectivo en ataque. Ayer, ante Boca, cometió un error y se lo cobraron con derrota. Éste es el momento de San Martín en el Clausura. Una serie adversa que lo ha hecho descender varios lugares en la tabla de los promedios y que lo puso, peligrosamente, al alcance de otros equipos que pelean por lo mismo: quedarse en Primera.

Esta vez, el precio del error fue determinante porque contra Boca no se pueden cometerlos y a San Martín le pasó. Una lección para aprender porque demostró en los primeros 45’ especialmente, que está a la altura de los mejores de Argentina pero que por sus propios errores termina regalando puntos.

Los números no mienten y en la senda de cosechar puntos para el futuro en Primera no se puede volver a relajar. En los papeles, perder contra el actual campeón es como admisible pero viendo el desarrollo del partido, San Martín estuvo para más y no supo resolverlo a su favor.

Tres fechas sin triunfos. Una serie de 9 puntos que lo desacomodaron en las posiciones y que lo han puesto al alcance de varios en los promedios. San Martín necesita cortar de inmediato este momento para volver a sentirse capaz de todo. Depende de si mismo para pelear la permanencia y ese no es un dato menor pero no puede darse el lujo de seguir regalando puntos.