‘Estaba en la peluquería cuando me avisaron por teléfono de que no iba a hacer la fiesta. Pensé que me estaban haciendo una broma, porque no lo podía creer. Le conté a mi peluquera y lo único que atinó a decirme era que iba a terminar de peinarme, porque tampoco entendía nada. Ahí nomás me fui a la empresa de eventos, donde ya estaban todos mis compañeros. Y me di cuenta que era verdad’, contó Ainara Schoenfeld (18), una de las alumnas de sexto año de la escuela de Comercio.
Ainara contó que se había hecho hacer un vestido color verde y azul, que pagaron con mucho esfuerzo. Y estimó que entre sus zapatos, el maquillaje, la peluquería, las cuatro opciones que compró su familia y la ropa de sus papás y hermano, los estimó que los Schoenfeld gastaron entre $3.500 y $4.000.
Como la familia sabía que iba a ser una inversión alta, le dieron a elegir a Ainara: Bariloche o la fiesta de egresados.
‘Elegí la fiesta de egresados porque entendía que ahí sí íbamos a estar todos juntos, porque iba a ser nuestra noche. Estábamos muy entusiasmados. No entiendo por qué nos hicieron esto’, dijo.
‘Tengo compañeros que vendieron semitas, sánguches o cosas dulces para poder pagar las opciones y la ropa. Yo tenía tanta pena, que el único consuelo es que no saqué el vestido del placard, porque si lo hubiese visto sobre mi cama, me hubiese largado a llorar’, confesó.