Tras estar mucho tiempo en un depósito y en mal estado y con sus manos destruidas, la imagen de San Benito volvió a salir a la luz. Ayer, tras una restauración que duró casi 5 meses, volvieron a entronizar al santo en la Catedral. Primero lo instalaron en el atrio del templo para que la gente que pasaba por el lugar pudiera rezarle una oración y pedir su amparo, ya que es el santo protector del mal.