El argentino Lucas Matthysse comentó ayer que subió al ring "a matar o morir" para adueñarse del título interino superligero del CMB y lo hizo mediante un tremendo nocaut en el 10mo round. "Sabía que me la tenía que jugar. Había que ganar sí o sí. No había otra posibilidad. Sufrí dos fallos injustos en el pasado (ante Zab Judah y Devon Alexander) también en Estados Unidos", recordó el chubutense.
Después de su consagración, Matthysse celebró la tenencia del "cinturón de campeón mundial" y se sorprendió por la resistencia del nigeriano para "asimilar todos los golpes".
