Desde la próxima semana, los obreros de la Municipalidad de la Capital saldrán a lavarle la cara a la peatonal de calles Tucumán y Rivadavia. Pulirán el piso, refaccionarán las fuentes y volverán a resembrar los canteros con plantines nuevos. Sucede que este espacio está muy deteriorado desde hace tiempo. Por eso ahora desde el municipio dicen que refaccionarán lo que está deteriorado, dado que se trata del paseo más importante que hay en la ciudad.
De las cuatro cuadras que tiene la peatonal, la que peor está es la que está en Rivadavia desde General Acha hasta Tucumán. Allí se encuentra la mayor cantidad de baldosas sueltas y hay sectores en los que directamente no existen. Las tapas de los árboles están rotas, la cañería de riego está deteriorada y la fuente no funciona desde hace varios meses. Los mosaicos que la cubren también están trizados y los artefactos de iluminación fueron arrancados de cuajo. ‘Lo que más trabajo nos va a dar son las fuentes. Además de ponerlas a funcionar hay que reestructurarlas, de tal manera que no signifiquen un peligro para el peatón‘, dijo Juan Terranova, al frente de Planificación Urbana de la Municipalidad.
Justo en la intersección de Tucumán y Rivadavia, al costado de la rotonda, las farolas tienen problemas eléctricos y la fuente que está hacia avenida Rioja también está seca y con la cañería rota. Mientras que en la cuadra de General Acha, entre Rivadavia y Laprida, el mayor problema es que los macetones no tienen plantas o directamente están secas.
Según Terranova, la idea es achicar el tamaño de las fuentes porque les quitan espacio a los peatones. Además modificarán los bordes para que la gente no se tropiece. También reducirán el tamaño de los canteros.
Lo que hicieron el año pasado fue sacar el puente que atravesaba a una de las fuentes porque dicen que era inseguro. Lo que buscan desde la comuna es simplificar el diseño de los canteros para ampliar la zona peatonal. Según dijo Terranova, la tarea tiene que estar lista antes de fin de año. Para realizar los trabajos destinarán una cuadrilla de obreros que realizarán las obras en horas de la siesta o los domingos, que es cuando menos gente circula por esta zona.