La gruta de la plaza de la Villa San Roque, en Rivadavia, tenía más de 20 años. Desde que la construyeron fue conflictiva. A tal punto que era usada como aguantadero y nunca albergó al santo. Ahora comenzaron a derribarla y en el lugar harán un escenario. Esto, por pedido de los vecinos.
En el corazón de la plaza una enorme montaña de piedras blancas y unas escalinatas fue el sitio elegido por la unión vecinal de la villa para ubicar a San Roque, patrono del lugar. Sin embargo, según la gente de la zona, un conflicto entre vecinos y las autoridades de la Iglesia que donó la imagen, hicieron que el santo nunca fuera a esa gruta.
Según los vecinos viajó durante años por sus casas hasta que consiguieron construir una grutita nueva en un costado de la plaza. Que es donde actualmente está la imagen.
Con el paso de los años, la enorme gruta se convirtió en un aguantadero y eso cansó a los vecinos. ’Venían y se metían a drogarse o a tomar alcohol’, dijo Juana Cofre, una de las mujeres que vive frente a la plaza. Silvia Marín, otra lugareña, dijo que el centro de la plaza estaba siempre oscuro y que ellos tenían miedo de pasar porque se juntaban muchos jóvenes peligrosos.
Los vecinos pidieron a la Municipalidad de Rivadavia que erradicara esa gruta, pues nunca había sido usada para albergar el santo. Es por esto, que ahora están muy contentos, porque además les arreglarán e iluminará la plaza.
Fernando Herrera, secretario de Obras, dijo que comenzaron con la demolición de la gruta y que una vez que finalicen definirán cómo hacer el escenario. ’Los vecinos nos pidieron un escenario para festivales y para las misas’, dijo el funcionario y contó que mejorarán el arbolado y hasta le colocará juegos a la plaza que es una de las 200 que tienen que arreglar.

