Párrafo aparte es el que merece Jorge Sabaté, considerado una especie de “asesor arquitectónico” por parte de la pareja integrada en su momento por Perón y Evita. Fue uno de los más importantes arquitectos racionalistas de la época, una tendencia que priorizó la arquitectura simple y despojada de toda ornamentación. En 1943 Sabaté construyó el centro de exposiciones de la “Primer Feria Argentina del Libro”, de tal éxito que al año siguiente se le encomendó una escenografía para al aniversario del golpe de junio del ‘43 que derrocó a Ramón Castillo y fue el inicio de la carrera política de Juan Domingo Perón. En los festejos estaba el Coronel Perón que tiempo después se convertiría en Presidente, acompañado de su esposa Eva Duarte, quienes luego recurriría al arquitecto. Para ellos Sabaté construyó hoteles, ferias, sedes de exposiciones y hasta un parque en Rosario para el gobierno. Como intendente porteño entre 1952 y 1954, inauguró obras como el autódromo y la exhibición Argentina en Marcha, que consistió en un edificio provisorio que techaba buena parte de la calle Florida. Arquitecto prolífico, falleció en 1991 casi centenario y en 2009 el Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL) editó un libro en su honor.
