Rocío junto a su madre semanas antes de la operación

 

El viernes pasado, Rocío Herrera Marín (15) ingresó a un quirófano del Hospital Garrahan para recibir su nuevo corazón, aquel que la tuvo durante casi 3 meses en la lista de emergencia nacional. Luego de algunas serias complicaciones en las horas posteriores a la intervención, los médicos lograron estabilizarla.

 

De acuerdo a lo que comentó su familia la jovencita “cada día va evolucionando un poquito más” y esperan ansiosos que puede despertarse del todo (por ahora lo hace de a ratos) e iniciar las tareas de kinesiología para estimular sus músculos. Desde que la operaron no dejó la Terapia Intensiva donde está con todos los cuidados de rigor para estos casos.

 

Sus signos vitales se encuentran estables lo cual deja tranquilo a los médicos y su entorno. Algo clave, aquel sangrado que tuvo luego de ser operada se detuvo. La familia inició desde el mismo momento que ingresó al quirófano una serie de cadenas de oraciones que tuvo fuerte repercusión en las redes sociales:

 

Su dura historia

 

Esta caucetera, que vivía en el barrio Felipe Cobas e iba al turno noche de la Escuela Santa María de Oro, estuvo siete meses internada en el Hospital Rawson y lleva desde octubre en el Hospital Garrahan en estado delicado.

 

Rocío padece Miocardiopatía Restrictiva Hipertrófica Biventricular, un tipo de enfermedad poco común y que lleva a casi todos los pacientes al trasplante. Todo comenzó cuando tuvo un simple desmayo que terminó en la guardia del hospital de Caucete. Recibió el alta a las horas, pero el episodio se repitió por lo que ya fue derivada al Hospital Rawson.

 

“Llegó un momento donde no daban en la tecla con su cuadro, el electro le había salido mal pero no sabían lo que tenía. Hasta que hubo una teleconferencia con profesionales del Garrahan y se decidió derivarla. Ella camino poco, está lúcida pero su cuadro viene complicándose”, apuntó en su momento Silvina, hermana de la joven internada.

 

Es la menor de 4 hermanos -Silvina tiene 28,  Romina y Roberto que tienen 23 y 24, respectivamente-. En el medio de estos meses que lleva internada lidió con los problemas propios de su cuadro y con un hecho familiar muy doloroso: su padre, Rafael Herrera, falleció hace 8 meses de una enfermedad terminal.

 

Y no queda ahí. Sus 15 años -el 18 de octubre pasado-, el sueño de toda adolescente, los celebró en la terapia intermedia del Hospital Rawson, donde hubo festejo y hasta vestido para la ocasión. El hecho tuvo la complicidad de médicos y enfermeros, además de su familia.

No x favor

Yo t agradezco desd el primer momento q se interesaron en mi hna

Dios los bendiga