El 29 de septiembre en que la Iglesia Católica alaba a los Arcángeles de la luz, realizar una meditación profunda, acondicionar un altarcito en el hogar y pedir con plegarias sensillas su protección y ayuda. Ellos acudirán si se los invoca con fe y amor.

“San Miguel, príncipe celestial, defiéndenos del mal; San Gabriel, protector divino, anúncianos buenas nuevas; San Rafael, médico del cielo, sánanos de todas nuestras enfermedades. Que así sea. Amén”