Remaron al unísono. Regularon la respiración. Mandaron toda la fuerza a los brazos y a la cabeza. Trabajaron en equipo. Avanzaron leyendo el río como si se tratase de una página por descubrir. Encontraron la mejor línea y avanzaron haciendo todo lo posible para que la balsa no se diese vuelta dejando a sus seis tripulantes bajo el agua. Sólo alguna canción improvisada pudo ayudar cuando los brazos y los pulmones no aguantaron más río abajo, mientras domaban los rápidos, sorteaban las piedras. Esto es lo que se vivió el sábado y el domingo pasado en Barreal, al realizarse la 5ta. fecha del Campeonato Argentino de Rafting. La competencia fue inédita en la provincia ya que es la primera vez que se realizó esta actividad a nivel competitivo.
Casi una hora y doce kilómetros para penetrar y vencer la fuerza del río. Poner en juego todo el conocimiento técnico y el trabajo en equipo. Esa es la esencia del rafting, una actividad que promete instalarse con más fuerza después que los organizadores de la competencia, la Asociación Argentina de Rafting, decidieran apostar a los ríos calingastinos para realizar una de las siete fechas que conforman el campeonato. Los ganadores serán los que participen, en agosto próximo, en el Campeonato Panamericano de Rafting, que se realizará en Brasil.
Para los que remaron, bajar el río indomable fue una experiencia incomparable. Tanto como para los espectadores que atravesaron las piedras calsinantes para ver pasar las balsas coloridas. Como si fuesen enormes ciempiés que recorrían un camino, por momentos transparentes, por momentos espumoso. Todo en medio de un escenario único. Mientras las balsas bajaban por el río, entre la quebrada, en un extremo se podía ver el Aconcagua, y en el otro, el glaciar de Ansilta. Hubo tramos en el que también se pudo divisar el Mercedario.
Cada bajada fue diferente. La de ayer fue la más complicada y la oportunidad para que los equipos acumularan más puntos. Tal como sucedió el sábado, el equipo ganador por lejos fue el mendocino "Cañón del Atuel". Habrá que esperar dos fechas más, que se realizarán en Mendoza, para ver cuál será el ganador final. Lo que se hizo en la segunda jornada fue la modalidad llamada Down River, que es descender el río. Fue la oportunidad perfecta para que los amantes de la adrenalina acuática, pusieran en práctica lo que pueden hacer con una balsa, remos y mucho entendimiento entre los compañeros.
De los 10 equipos, 3 fueron de San Juan y 4 del total, estuvieron compuestos por mujeres.
Ayer, los competidores arrancaron dos kilómetros arriba de las Juntas del Río Blanco y Castaño. Recorrieron 12 kilómetros hasta llegar a Las Caletas. El recorrido tuvo al menos tres momentos complicados, donde habían rápidos (especie de cataratas pequeñas) y avanzar con la balsa se tornó complicado. A pesar de la dificultad, ninguno de los equipo sufrió accidentes, aunque hubo algunos amagues de vuelque.
A esa altura, aún cuando el sol pegaba muy fuerte y los jejenes se transformaron en enemigos insoportables, los competidores, que ya eran como hermanos, no dejaron de alentarse entre sí, de cantar para demostrar que la jornada, aún para el que llegó en último lugar, fue un éxito.

