Las patas le empezaron a tiritar. El bazo se le inflamó a más no poder. El torso transpirado y casi sin pelaje hizo que las costillas sobresalieran más. Y en pocos segundos, el caballo se desplomó sobre una de las calles internas de la Villa Mallea, en Concepción. El animal, que tiraba una carretela repleta de ramas, verdura y objetos viejos, se descompensó por tanto tiempo de maltrato. El veterinario que lo asistió, determinó que estaba anoréxico y exhausto por la falta de alimentación y el exceso de esfuerzo. El propietario y conductor de la carretela quedó detenido en la Seccional 2da. El caso está en manos del 2do Juzgado Correccional.
La situación se dio ayer en plena siesta y aún así revolucionó a los vecinos que no dudaron en salir para ver qué sucedía y lamentarse por el animal postrado en la calle. A los pocos minutos llegaron 3 móviles de la Policía Comunal, uno de la 2da y el camión de la Policía Montada. También llegó PAU, una ONG que se dedica a proteger a los animales y el veterinario del quirófano municipal de la Capital, Pablo Benavídez.
“No es la primera vez que pasa. Desde hace años los carreteleros recorren el barrio, los animales están cada vez más maltratados”; dijo un vecino. Por su lado, Benavídez contó que tuvieron que suministrarle suero, antiinflamatorios y analgésicos para que el animal pudiera ponerse de pie. “Ahora habrá que tratarlo. No es de los peores casos, pero tendrá que recibir alimento adecuado y medicamentos por un tiempo”, dijo el veterinario.
Mientras tanto, Roberto Alvarez, oriundo de Chimbas y propietario del animal, quedó detenido en la comisaría. Por maltrato animal, la Ley 14.346 prevé de 15 días a 1 año de prisión. Su causa ahora está en manos del juzgado. En cuanto al caballo, desde la Villa Mallea fue trasladado a la comisaría y de ahí a un predio que consiguió la protectora de animales donde permanecerá recuperándose hasta que el juez decida su destino. La protectora es la que se encargó de conseguir el lugar para albergarlo.

