Para los obreros era un día más de trabajo. Pero el destino lo transformó en una experiencia sorprendente y escalofriante que hasta les provocó cierto recelo. Hallaron restos humanos justo en el ingreso de un jardín de infantes, lo que provocó un gran revuelo entre los vecinos y la comunidad educativa. Fue ayer, en el barrio Jardín del Milagro, en Santa Lucía, donde los empleados municipales encontraron un cráneo y otros huesos humanos mientras cavaban un pozo para colocar una cisterna.
Los obreros ya habían cavado un metro y medio de profundidad en la vereda del Jardín de Infantes Municipal cuando se toparon con la primera señal de "una rareza". Segundos más tarde se toparon con el macabro hallazgo. "Nos llamó la atención que el interior del pozo que estábamos cavando era todo de tierra, excepto un pequeño sector que era de ripio. Apenas metimos el pico en ese lugar y removimos el ripio asomó el cráneo. Todos nos llevamos un gran susto", dijo Gustavo Dávila, uno de los obreros del municipio que trabajaban en el lugar.
Tras retirar el cráneo y de hurgar cuidadosamente en el ripio, los hombres encontraron más huesos que a simple vista parecían ser algunas vértebras humanas. Los depositaron sobre el suelo para luego llamar a la Policía. Ninguno de ellos quiso volver a tocarlos por temor a que tuvieran "algún virus o microbio". Es por eso que desde lejos les tiraron una tela plástica para taparlos y evitarles un susto a los niños que estaban a punto de salir del jardín. Es que el cráneo estaba casi completo y aún tenía algunos dientes, aunque aparentaba tener muchos años de existencia.
Algunos vecinos que se acercaron hasta la zona atraídos por la curiosidad, contaron que en esa zona funcionó un cementerio a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Y es allí donde enterraron los cadáveres de las personas que fallecieron por una epidemia de cólera que azotó a la provincia por esa época.
Una de las maestras de Nivel Inicial vio a través de la ventana cómo la gente comenzó a concentrarse en la vereda y salió para ver qué pasaba. Sobresaltada, dio un salto hacia atrás cuando le contaron que debajo de esa tela había un cráneo. Inmediatamente les comunicó la noticia a las demás docentes que decidieron que los alumnos no salieran a la vereda a esperar a sus padres como sucede habitualmente. Esta vez, los chicos permanecieron adentro del jardín y los papás tuvieron que ingresar al mismo para buscarlos. Claro que se demoraron un poco en hacerlo, ya que la mayoría se quedó en la vereda para curiosear el trabajo de la Policía que llegó al lugar y comenzó a cercar la zona para alejar a los curiosos.
Investigación
La División de Criminalística de la Policía determinó que los restos óseos encontrados en el ingreso al jardín de infantes tienen una antigüedad de, al menos, 50 años. Ricardo Ríos, jefe de la Seccional 5ta, en Santa Lucía, confirmó que la investigación pasará a manos de personal de Patrimonio de la provincia.