Durante el acto estuvieron tranquilos. Cantaron el Himno con mucho respeto y escucharon los discursos de las autoridades. Sin embargo, una vez que la locutora dio por finalizada la ceremonia, los alumnos de la Escuela Sarmiento, rodearon al gobernador José Luis Gioja, le pidieron autógrafos y revolucionaron los pasillos del establecimiento. Esto pasó ayer, durante la inauguración del Salón de Usos Múltiples de la escuela, que será usado como polideportivo (ver aparte).
A diferencia de muchos actos en los que las personas mayores son las que se acercan al funcionario para pedir un favor, esta vez, los chicos se ocuparon de ese trabajo. Pero la inocencia fue tal que lo único que buscaron fue un beso o un autógrafo. Por eso, las carátulas de los cuadernos, debajo de una prueba o en medio de la tarea, fueron un buen lugar para que Gioja les dejara su sello personal. Los chicos hasta hicieron fila para conseguir esa firma. Y la locura por el Gobernador llegó a tal punto que tardó más de media hora en recorrer 100 metros hacia la salida de la escuela. Es que, los niños corrieron por todo el edificio. Subieron y bajaron las escaleras y se movieron como hormigas por los pasillos hasta sus aulas para sacar el primer cuaderno que encontraron. ’Que vergüenza’ se escuchó decir de algunas maestras, mientras que otras sólo se admiraban de la ilusión que les causó a los niños la firma del Gobernador.
Y mientras saludaron a los gritos, el primer mandatario no paró de saludar a los niños que hasta le cantaron ’olé, olé, olé, Gioja, Gioja’. Después de esa locura y mientras algunos mostraron a sus señoritas los cuadernos con el autógrafo, otros dijeron que lo único que deseaban era llegar a sus casas para que los padres les vieran el nuevo trofeo que llevaban. Joel Díaz, Héctor Martín y Santiago Videla, fueron algunos de los alumnos que no pudieron dejar de saltar de felicidad por la firma.
Otro momento que los chicos disfrutaron, fue la previa del acto. Es que, incentivados por el director de la Banda de Música de la Policía de San Juan, aplaudieron y bailaron en el lugar mientras los efectivos interpretaron varias canciones populares.