�Tras su discurso, Obama conversó con dos sobrevivientes al bombardeo atómico. ‘Creo que fue una disculpa‘, dijo Eiji Hattori, de 73 años, otro sobreviviente y que ahora sufre de tres tipos de cáncer. ‘No pensé que fuera tan lejos y dijera tanto, para mí fue más que suficiente‘.
La Casa Blanca había debatido si la visita a Hiroshima era adecuada, sobre todo en año de elecciones presidenciales, pero los asesores de Obama aseguraron que el presidente no cuestionaría la decisión de lanzar las bombas. Los gobiernos de Japón y EEUU esperan que el recorrido de Obama por Hiroshima ponga de manifiesto un nuevo nivel de reconciliación y unos lazos más estrechos entre los antiguos enemigos. Antes de la ceremonia, el sobreviviente Sunao Tsuboi, dijo que quería agradecer al mandatario de EEUU su visita y decirle que no guarda ningún rencor. Por su parte, Shigeaki Mori, de 88 años, se abrazó a Obama cuando éste se acercó a saludarle.
